2007/11/06

Visos de locura

Toda expresión artística no tiene que tener un porqué, una razón de ser, un objetivo final más allá del hecho de haber sido creada. La propia satisfacción por la creación es ya mérito suficiente. Ocupar el tiempo en algo que tranquilice y entretenga, frutos tangibles del atosigante ocio. Aunque bien es cierto que, a menudo, éstas buscan transmitir también un mensaje, quieren dar a entender algo por los medios que les han sido otorgados. Un gesto de agradecimiento, de reprimenda o de tremenda admiración, todo es posible.

No siempre debe quedar explícito a ojos de cualquiera, y son muchas las técnicas a nuestro alcance para desviar el propósito final, si es que lo hubiera, pero logrando mantener al mismo tiempo, intentando al menos, la atención de quien lee. Se puede, de mientras, encauzar a alguien en concreto para que interprete aquello que no está escrito, el mensaje más oculto que las frases entre líneas.

Podría comentar ahora mismo, por ejemplo, la curiosa forma que tienen en mi pueblo de subir las compras a un piso sin ascensor. Lo explicaría, sin duda, indicando que desde mi casa pude ver la semana pasada cómo un hombre subía gracias a una polea motorizada las bolsas que su mujer iba cargando en la acera. De hecho, podría ser una buena idea ilustrarlo con una fotografía tomada en tan inusual momento.


Otra alternativa sería mencionar la diferencia de edad que me separa del mayor de mis hermanos. Un número redondo, como los vasos de cubata. Y es que coincide con el precio de cindo combinados en cierto bar de un pueblo limítrofe. El primero en ser, a la vez, múltiplo de tres y cinco. “Meses” se apellida, y es innegable la importancia que en mí ha tenido durante este último año.

Puede parecer del mismo modo intrascendente comentar el esfuerzo que me supone ahora mismo elevar mi cuerpo de una butaca cualquiera, y los pinchazos estomacales que acompañan a dicho gesto. O incluso mencionar el dolor de bolas que me acompaña a todas partes. La incómoda sensación que sienten mis piernas al subir las escaleras, o simplemente caminar con acelerado. Nota mental: tengo que acordarme de hacer más ejercicio.

Comentarios inconclusos e incoherentes, puede, pero no del todo inútiles. Suficientes para un discreto agradecimiento y para esbozar gestos de asombro, transmitir visas de locura o directamente lanzar flechas de incomprensión. Un texto sólo por escribir, por ver qué sale, cómo. Por analizar por qué ha salido, cuándo y dónde. Por concluir para qué. Una expresión artística sin un porqué inicial, pero con un objetivo final.

Si no has entendido nada, me alegro, ése era el fin. Si lo has hecho, eskerrik asko denagatik, eta badakizu erantzunaren zain nagoela.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ulertu behar zuenak ulertu du. Argi asko azaltzen dituzu zuk gauzak dakienarentzat, ez dakiena enteratu ez dadin.

Zuri..