2010/06/28

Rabia

Tener la necesidad y la voluntad para ingerir alcohol hasta perder el sentido. Y con él toda vergüenza y todo pudor. Olvidar momentáneamente todo dolor, todo miedo, esa realidad que a menudo tanto atormenta. Desterrar la cordura, empujarla al más lejano de los mares, y reavivar los sentidos más primarios. Aquellos que te incitan a liarte con el primero que te come la boca. A hacerlo en medio de ese bar donde de otra manera no habrías. A sobarle el pecho, nalgas, paquete. A que haga lo propio, si quiere, da igual.

Montar en el coche, ¿a dónde? ¿qué importa? La vista nublada, los rojos rojos, una sonrisa picante y mirada perdida. Pelo desaliñado, prendas descolocadas, algunas en paradero desconocido. Las manos vivas, torpes, lentas, pero con más vida que nunca. Acabar en un banco, sin saber cómo, desnuda de cintura para abajo, y sin el recuerdo de dónde han caído. Te sientas sobre él, abres las piernas, húmedas, cálidas, tiernas. Bajas lentamente, sintiendo cómo se introduce en ti. Las pupilas mirando al cielo, mandíbula desencajada, aullidos que espantan a los lobos. A la luz de una bella luna oculta por las nubes, difusa, lejana, como los tormentos.



Terminas, no terminas, y confusa por la temperatura alcanzada, el dopaje del aparato circulatorio, y el cansancio acumulado, recuerdas. Sin saber cómo, ni por qué, recuerdas que la euforia del momento no te permitió acordarte de que, quizá habría estado bien usar un condón. Sin nervios, pues la ocasión no los permite, acudes a por la omnipresente del día después.

Y lo recuerdas entre risas, con cachondeo y buen rollo. La buenas noches requieren buenos recuerdos. Y yo, que odio la empatía y la imaginación, cuando se alían para joderme una buena noche, no puedo evitar sentir ganas de llorar. Ganas de llorar y rabia. Y pena. Porque sé que, si pudiera, yo también lo haría. No tenemos razón, ni sueños. Mientras nos los devuelven [1], sólo nos queda la rabia [2], que se compra en botellas para mayores de edad y locuras para hacernos sentir que seguimos vivxs. Que, pese a todo, podemos no pensar por una noche.



[1] Protege tus sueños - Tipicoperocierto
[2] La rabia y los sueños - Habeas Corpus

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